Estos días podemos leer en la prensa cada vez más defensas de la nueva técnica de extracción de gas mediante fractura hidráulica denominada fracking. Parece ser que existe un intento de concienciar a la opinión pública de las "bonanzas" de este método industrial. Nada más lejos de la realidad, esta técnica ha sido denunciada en todo el mundo por distintas agrupaciones ecologistas, por sus graves riesgos para el medio ambiente.
Para los profanos en la materia, podemos resumir esta técnica como la inyección de agua y arena, más un pequeño "jarabe químico" en la roca a gran presión, provocando fracturas que liberan un gas.
Ayer podía leer en la Voz de Avilés como un ingeniero, el señor Isaac Alvarez, defendía a ultranza la instalación de este método en nuestra comunidad. Para ello no dudaba en recordar los muertos en la mina, defendiendo con este argumento de una forma vergonzosa y poco ética, esta técnica que "no causa muertos".
Por más que he leído y releído su artículo, este ingeniero (por otro lado asesor de compañías de fracturación hidráulica) no menciona ninguna de los "defectillos" que acarrea esta técnica de extracción. No menciona, por ejemplo, donde van a parar los millones de litros de agua contaminada ( con su secreto jarabe químico), que son abandonados al terminar la explotación. No menciona el riesgo de temblores sísmicos que pueden producir estos yacimientos, o la contaminación directa del medio ambiente que producen estos gases.
«El 'fracking' no ha causado muertos, la minería sí; es hora de cambiar de caballo» (pincha para leer la noticia)
Me temo que este bombardeo mediatico responde a una campaña de concienciación de la opinión pública (o fracking mental), ante un intento de liberar esta agresiva técnica de explotación en nuestra región.
Para ello todo parece ser válido. Se nos prometen miles de puestos de trabajo, aprovechando la crisis que vivimos. No se duda en mencionar a los mineros muertos por llevar el pan a sus hogares, aunque nos estén condenando a una muerta lenta para lograr sus fines y aumentar sus beneficios. Como siempre parece que lo único que importa es el poder del dinero y se deja de lado al individuo y al medio ambiente para poder alimentar las arcas de unos pocos. Como siempre las consecuencias las pagaremos los mismos.
Para ello todo parece ser válido. Se nos prometen miles de puestos de trabajo, aprovechando la crisis que vivimos. No se duda en mencionar a los mineros muertos por llevar el pan a sus hogares, aunque nos estén condenando a una muerta lenta para lograr sus fines y aumentar sus beneficios. Como siempre parece que lo único que importa es el poder del dinero y se deja de lado al individuo y al medio ambiente para poder alimentar las arcas de unos pocos. Como siempre las consecuencias las pagaremos los mismos.
P.Olivares.
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