Mientras los mineros encienden las Cuencas en un intento de defender sus puestos de trabajo, la actitud del Gobierno es la misma que la de otros regímenes autoritarios: Silencio y Represión policial.
El pasado martes esta represión ha llegado al templo sagrado de la democracia. Los escoltas armados del señor Rajoy han expulsado a UN SENADOR del propio Senado, como si de un delincuente se tratara. Tan solo por el hecho de intentar transmitir un mensaje y una petición al presidente. Está claro que las intenciones del presidente son dar la espalda a un pueblo, que tan solo pide explicaciones. Esta actitud totalitaria y represora es lo que nos queda vivir, por lo menos en esta legislatura.
Los escoltas de Rajoy apartan a un senador leonés del escaño del presidente cuando intentaba darle un casco minero
P.Olivares.
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