Está claro que todos, en mayor o menor medida tratamos de arrimar el ascua a nuestra sardina. Creo que es algo lícito y digno de admiración. El problema surge cuando tratamos de vestir este santo con otro hábito, o lo que es lo mismo tratamos de disimular nuestras verdaderas intenciones.
Estos días pudimos leer en diferentes medios la carta pastoral del arzobispo de Oviedo, el señor Sanz, en la que pide el voto de su rebaño para la derecha. Hasta aquí todo normal ¿para quien sino iba a hacer campaña monseñor...?, lo triste de la situación llega con sus motivos y argumentaciones. Con la excusa de elevados ideales, tan solo pretenden poner en el poder a quien más les interesa, por supuesto.
El colmo de la desfachatez, lo podemos leer hoy en un artículo del señor Montes en LNE intentando justificar lo injustificable, en un vano intento de despolitizar la citada carta pastoral. (El verdadero mensaje del arzobispo ). Como respuesta tan solo me resta decir que se lean el BOE del 28 de Diciembre, donde el gobierno del Señor Rajoy, en su primer pleno, adjudica a la iglesia la friolera de trece millones de euros mensuales, que pagamos católicos y no católicos.
Está claro que al señor Sanz y compañía. tan solo les preocupa salvaguardar su sponsor estatal y no perder nada de esos nueve mil millones de Euros anuales que el estado les da, amén de ventajas fiscales de las cuales el ciudadano de a pie esta muy lejos. Creo que es por este motivo ese comportamiento casi sectario de la curia a la hora de pedir el voto.
Reitero mi idea de dejar lo divino a los curas y lo mundano al resto de la población.
P.Olivares.
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