Estoy comprobando que para el señor Rajoy y por extensión para el Partido Popular la política es el arte de retorcer las palabras para que digan exactamente lo contrario de lo que se hace. Están diciendo palabras buenísimas sobre esta reforma laboral, pero los hechos esconden otra verdad muy diferente.
Todo esto lo puedo afirmar simplemente observando mi entorno más cercano. En mi empresa estoy comprobando in situ lo que esconde de verdad esta nueva Ley Laboral.
La gerencia de la empresa, acogiendose a esta nueva situación, ha decidido rebajar la jornada laboral de algunos compañeros, de ocho a siete horas diarias. Con la excusa de que es un ajuste para no cerrar, se aplica la consiguiente rebaja en la nómina mensual de estos compañeros. Hasta aquí las palabras bonitas, pero lo que en realidad aplica la patronal e lo siguiente: El gerente y el encargado, entran al despacho y dicen (literalmente): el que piense en cumplir el nuevo contrato a rajatabla se va de patitas a la calle, ahora tenéis que trabajar más horas que antes, por que esto esta muy mal."
Resumiendo, se paga una hora menos y se exige que se trabajen dos más, todo esto con la amenaza del despido indiscriminado, que apoyan desde el gobierno.
Es curioso como sigo escuchando de boca de algunos trabajadores (demasiados, por desgracia) lo malísimnos que son los sindicatos .Ese bulo difundido desde la patronal y desde ciertos sectores de la más rancia derecha intenta minar desde el interior la unión de los obreros, que es la única barrera que existe entre los trabajadores y este abuso en toda regla de la patronal.
Hoy más que nunca la clase obrera debe permanecer unida ya que nos resultaría imposible dada la situación, embarcarnos en cruzadas individuales en contra de todos estos abusos.
E.M.M.
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