En ciertas ocasiones me congratula leer noticias como las que se recogen estos días en la prensa internacional, referente a la aparente "humanidad" de un número de personas pertenecientes a esa élite financiera de los "multimillonarios".
Todo parece empezar con la carta remitida por el estadounidense Warren Buffet, una de las mayores fortunas mundiales, a su Presidente el señor Obama. En ella argumenta el no comprender como sus empleados estaban pagando el doble de impuestos que él, al estar beneficiado de excepciones fiscales que se aplican a los más pudientes, hecho este que se reitera a lo largo de numerosos países, incluida España.
Aunque soy de momento bastante escéptico ante la noticia, y como dice el dicho popular "hasta que no lo vea (en este caso lo paguen), no me lo voy a creer", quiero dar por buena esta noticia, con lo que representaría para las clases menos pudientes, que son hasta ahora las que están llevando el mayor peso de esta crisis.
Lo verdaderamente triste de esta noticia es que por desgracia lo que se haga en los EEUU, o en la Francia de los Galos, por aquí parece resbalar, pasar de largo, o simplemente causar hilaridad a una clase cómodamente apoltronada sobre los sufridos hombros de la ciudadanía. No parece haber intención de tomar ejemplo de altruismo, y mucho menos de valentía política por parte de los dirigentes tanto salientes como presumiblemente entrantes.
E.M.M.
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