Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, se abre el debate sobre la nueva ley electoral, que estrenaremos en estos comicios. Se ha hablado mucho sobre el sentido que tiene la aplicación de esta nueva normativa electoral, si es constitucional o no, si margina a los partidos minoritarios, si es un ahorro necesario en tiempos de crisis....etc.
Desde mi punto de vista esta ley puede reportarnos algo positivo, sin entrar en debates acerca de los derechos constitucionales, esta ley nos protege de esos "politiquillos de figura y foto", que tan solo se presentan a unas elecciones por el hecho de figurar, salir en una lista electoral o en una foto, si se tercia, y luego presumir e intentar "vivir de rentas" en el panorama social.
Estos "politiquillos" se caracterizan por presentar unos programas vacíos, carentes de sentido y sin la menor intención de llegar a ningún lado, solo con la esperanza de quedar por encima de algún rival ideológico y ser el menos mediocre de los mediocres.
Muchos de estos politiquillos se mesan los cabellos por ser incapaces de reunir un aval de 1000 firmas, para poder presentarse con un mínimo respaldo social.
A raíz de todo esto surge un nuevo personaje politiquero: el espavilad@ que no renuncia a esa "figuración", pero que ante el riesgo del ridículo al no conseguir ese aval, descargan tal responsabilidad en el propio electorado. Si consiguen las firmas, ahí estarán una vez más; si no lo consiguen... la culpa directa del los propios votantes que no se atreven a comprometerse. ¡Genio y figura.!... sin comentarios.
Si queréis ver un ejemplo de esto pasaros, por la página del Face del rincón animalista de LVGV-Asturias.
P.Olivares.
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