A raíz de la propuesta por parte del Gobierno de restaurar el impuesto de patrimonio, saltan a la palestra un gran número de declaraciones, cifras y opiniones. Mientras que para el ministro Blanco el numero de contribuyentes afectados por dicho impuesto no superará los 90.000, para el candidato Rubalcaba afectará a unos 200.000 ó 300.000 contribuyentes. Por otro lado la Ministra Salgado, quien si debería tener cifras sobre los contribuyentes afectados declara que "hay que esperar para conocer estas cifras".
Todo esto parece normal en el panorama político actual, este baile de cifras se comenta en tertulias cotidianas como: " cada cual arrima la información donde más le interesa...", " cada uno dice lo que más le conviene...."o frases por el estilo.
Me llama poderosamente la atención como aceptamos como algo válido, incluso cotidiano y normal, que la información se distorsione y se manipule para hacer sus "verdades particulares" para que sirvan a un fin oculto (o no). Esto lo podemos ver diariamente en todos los niveles de la política en este pais, desde el último edil hasta el más importante de los ministros, en gobierno o en oposición. Tengo la terrible sensación de que el político que no hace esto, parece abocado al fracaso, dejando muy lejos la figura de político honesto. Nosotros, como ciudadanos, no deberíamos consentir semejante atropello a nuestros derechos, y exigir en este tipo de comunicados por parte de la clase política, la más rigurosa veracidad.
Y como para muestra un botón, os pongo el ejemplo de andar por casa de ese blog que se publica aquí en Carreño, que con la disculpa de traer denuncias, manipula, distorsiona, miente chantajea y por último insulta, atendiendo a sus propios intereses particulares y partidistas. Todo queda reflejado en este crisol utilizado por una politicastra que no tiene el menor escrúpulo para absolutamente nada.
P.Olivares.
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