martes, 27 de septiembre de 2011

Factoría de sabios.

Parece mentira comprobar como en este medio proliferan los sabios, eruditos, expertos o, lo que es lo mismo, los que se pretenden hacer pasar por lo que no son. Coloquialmente llamados: Fantasmas.
Antes, para publicar un libro, había que tener cierto grado de inteligencia o aptitudes (mejor ambas), en definitiva, tener ese don reservado a unos pocos.
Hoy en día cualquiera que se lo proponga "puede tener un libro publicado" (o más bien algo parecido) y ayudado por alguien de la misma especie (a la fantasmal me refiero) para promulgarlo a los cuatro vientos.
Hace unos días leí un cuento-parodia de una bruja que me pareció de lo más acertado, así que no voy a emular algo que dificilmente se podría mejorar. Me limitaré a poneros un ejemplo:
Supongamos que soy un personajillo, Fulanín de nombre y Detal de apellido, que vive en un pueblo a la orilla del mar. No se me conoce por mi gran talento ni por poseer grandes luces pero de lo que sí dispongo es de mucho tiempo libre. Esto se debe a que me mantiene una señora mayor. No trabajo y gasto todo mi tiempo en... bueno, salgo todos los días, cámara en mano, a fotografiar todo aquello que pasa por delante de mi campo visual: un gato, dos gatos, tres gatos... cincuenta gatos. ¡Ya tengo UN LIBRO!
Entro en una página cuyo nombre me recuerda a una antigua película , Las edades de no-se-quién, y allí escojo desde el tamaño hasta la tapa, me descargo un programilla y voy montando mi libro "virtual". Y es justo aquí, en el entrecomillado, donde radica la gran diferencia entre el SOY y el QUIERO-Y-NO-PUEDO. Cuando expongo mi currículum también olvido matizar la existencia de esa virtualidad al igual que la inexistencia de una editorial. (Aquí no puedo por menos que matizar que no todo lo que publican las editoriales es bueno; no me gustaría que me calificaseis de cruel en exceso).
Este ejemplo puede pareceros un tanto irreal pero os aseguro que es real como la vida misma. La abundancia de ganapanes sin pizca de talento que se golpean el pecho, o dejan que su colaboradora lo haga ya que puede resultar agotador o peligroso, al tiempo que se les llena la boca de un vano intento de erudición. Todos ellos ven en estas páginas el "Dorado" para su insatisfecho ego y acuden como las polillas a la luz a estas fábricas de sabios.
Vito Losse.

5 comentarios:

Gloria dijo...

Esto más que a ciberlibro me suena a cibertimo. Ni regalándolo es capaz de deshacerse de el y va y se atreve a pedir 16€ por eso que llama libro. Tienes toda la razón en tu comentario, estos dos, el aspirante al Nobel y la mecenas chocha, verdaderamente se creen que "chupamos bolines".

Anónimo dijo...

Lamentablemente otras personas se dedican a hacer algo por estos gatos callejeros. Este crápula tan solo quiere hacer negocio. Luego presume de ecologista y de animalista.

Olga dijo...

¿Esto ye verdá?, es lo primero que dije cuando leí la noticia. Comprobado que no es una broma, inocentada, chiste o algo parecido, solo me resta decir ¡QUÉ CARA MÁS DURA TIENEN ALGUNOS, CON TAL DE SEGUIR CHUPANDO DEL BOTE!. Ya sabeis cual es el ¿libro? no recomendado. Buenos días y a leer algo más interesante como, por ejemplo, LA TALUXA.

fotomaton dijo...

jajajajaja muy bien relatado si señor , jejeje , mas claro no se puede decir .
Hace tiempo vi en youtube un video de un chino pelando un platano con el culo ,me rei la leche y luego me puse a pensar que a que punto de refalfio se puede llegar para plantearte pelar un platano con el culo , pues mira por donde en Candas hay dos personajes de cuento , digamos una bruja y un sapo , que estan muy cerca de ponerse a pelar platanos con el culo.

fotomaton dijo...

http://youtu.be/2wEddt6DUa4