miércoles, 18 de mayo de 2011

Lanzo un guante.

Acabo de dar un paseo y se me hacen extrañas las calles. La carretera está tan oscura (recién asfaltada), las rayas están tan blancas (recién pintadas), las aceras tan limpias (recién limpiadas con agua a presión), las farolas tan estupendas (son nuevas)... No puedo evitar sentir cierta sensación de tristeza. Es penoso que todo esto lo consigamos por estar en puertas de las elecciones.
A mi modo de ver todo esto debería haberse hecho al inicio de la legislatura como reciprocidad por haberles votado, como demostración de que los electores no se habían equivocado. Demostrando que estaban ahí para hacer realidad las necesidades y deseos de los ciudadanos.
Mi intención no es hacer sangre, solo pretendo hacer notar que no es la forma correcta de hacer las cosas aunque sí es la habitual.
Desde aquí quiero "arrojar mi guante" y reto al próximo partido electo, sea cual sea, para que empiecen su legislatura con buen pie. Si ya está hecho, que lo mantengan, y si está por hacer, que se haga pero durante los cuatro años. De esta forma, las próximas elecciones no tendrán que darse el "apurón" de última hora y los votos que se ganen serán por una trayectoria merecedora de ellos. Quizás el resultado, en votos me refiero, sea el mismo pero seguro que tendrán una buena sensación interior por haber hecho las cosas bien y en su momento y nosotros, los ciudadanos, también nos sentiremos más valorados y no como meros portadores de un voto. Porque no olvidemos el dicho: "Labor bien hecha, bien parece" y yo añadiría "y reconforta".
L.J.

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