Es posible que la cordura haya llegado al ministerio. Después de tanto atropello por parte de empresarios sin escrúpulos, ya va siendo hora de que se ponga un poco de freno a los despropósitos de empresas, que declarando beneficios, "sanean" sus casas a cargo de los fondos públicos.
Como se puede explicar el hecho de que una empresa intente endosarle al estado unos 450 millones de euros, que es lo que se estima costará el Ere, cuando declara unos beneficios de más de 10 mil millones, y pretende hacer un reparto de beneficios entre directivos de 570 millones de euros.
Me parece fantástica la medida del ejecutivo haciendo recaer el coste de este Ere, del que no vamos a entrar en analizar si es necesario o no, ni de lo ético de hacerlo en estos tiempos de crisis, donde cualquier empleo puede resultar imprescindible.
P.Olivares.
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