jueves, 5 de mayo de 2011

Oro parece... pirita resultó ser.

Estos días, más por curiosidad que por interés, me dedico a leer las diferentes promesas electorales de los diversos partidos. He de reconocer que algunas resultan interesantes, ¡lástima que el desengaño no me permita creer en ellas! Y ahí es donde quería llegar a parar. ¿No es una cierta forma de fraude el hecho que un partido prometa unas actuaciones para ganarse nuestro voto y que una vez conseguido, ya asentados en el poder, las promesas se evaporen?
El sistema legal y judicial debería recoger estos casos. Deberíamos poder acudir a la justicia para hacer valer nuestros derechos. Hacerles pagar en las urnas no lo encuentro suficientemente justo ya que siempre nos queda el regusto amargo de cuatro años en los que se nos "estafa". Debería haber unas sanciones, por ejemplo, económicas para que cuando se acerquen las nuevas elecciones las promesas sean comedidas y veraces. Puede parecer una medida un tanto materialista, pero en los tiempos que corren me parece más justo castigarles el bolsillo y recuperar parte de esos "estupendísimos sueldos" que les pagamos a tener que pagarles el sustento ingresados en un centro penitenciario.
Es realmente cansino escuchar al político de turno decir lo mucho que se equivocó el partido dirigente y lo mucho y bien que habrían hecho ellos. Es igualmente cansino escuchar promesas que a todas luces son practicamente inviables o por el contrario se conocen completamente opuestas a las directrices de su partido. Por mi parte exijo respeto como votante. Que se acaben las promesas del "Dorado" para acabar dándonos pirita y sin ninguna responsabilidad por ello.
L.J.

1 comentario:

Aida_LF dijo...

Me parece una petición de lo más justa. Los políticos deben asumir las responsabilidades que les otorga su cargo público, y aceptar las consecuencias de su falta de ética.