viernes, 27 de mayo de 2011

Un ejemplo a seguir.

Eso es lo que me queda patente, de la actitud de una persona que ha sabido estar en todo momento a la altura de las circunstancias. En una época en la que resulta difícil encontrar un político íntegro (y no digo que no los haya, simplemente que resulta difícil dar con ellos), surge, como la luz de un faro, la figura de D. Julio Anguita. Podría decir que me resulta emocionante, y me causa gran admiración, como esta persona ha renunciado a su paga vitalicia como ex-diputado, dándonos una lección de ética política, que ya quisieran para ellos, más de uno. El hecho no se produce ahora, si no que ha sido hace más de seis años, lo que dice mucho de esta persona, y de sus principios. 
No quisiera ponerme a recordar lo que ingresan mensualmente algún que otro ex-presidente, por ir enseñando el bigotillo por ahí y dejando algunas de su perlas lingüísticas, y algún que otro gesto para la posteridad.
E.M.M.

2 comentarios:

L.J. dijo...

Un ejemplo de elegancia y de coherencia ideológica que hoy en día no abunda. Sobre todo por la falta de exhibición gratuita que otras personas enarbolarían porque el altruismo anónimo no les satisface.

Maite dijo...

Un ejemplo de ética, que deberían seguir muchos que presentan listas, para simplemente intentar colocarse.