viernes, 27 de mayo de 2011

Se acabaron las concesiones.

Me parece del todo INDIGNANTE, el trato que han recibido los INDIGNADOS. A pesar del juego de palabras, el tema no admite la más mínima broma. Ya pasaron las elecciones, y la suerte está echada para los próximos cuatro años y, como era de esperar, el movimiento 15-M empieza a ser un engorro, algo demasiado molesto para la totalidad de la clase política. El problema es que las reivindicaciones de este grupo de gente son demasiado sinceras, demasiado comunes y demasiado justas para que pasen desapercibidas. Y, como era de esperar, había que callar este clamor popular, antes de que comprometa a algún cargo o politicastro de turno. Para ello, ya soltaron a los perros de presa que, golpeando indiscriminadamente con sus porras, tratan de silenciar la voz justa del pueblo. La escusa que se ha puesto: algo tan ridículo como una celebración futbolera (y eso que el partido no se ha jugado todavía, y lo de la victoria del BarÇa está en el aire). El resultado: una gran cantidad de heridos y el hurto por parte de los servicios de limpieza de los enseres de los acampados, que son considerados por las autoridades como objetos "peligrosos".
Creo sinceramente que se deben de pedir responsabilidades políticas, y esclarecer quien es el responsable de semejante atropello. Mi mayor temor es que estas actuaciones salvajes no han hecho más que comenzar, y veremos en poco tiempo más desalojos como los de hoy, en muchas plazas de este país.
E.M.M.

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