Aparece esta noticia en la prensa diaria que merece ser tomada en cuenta ya que pienso que nos afecta a todos:
La Comisión Nacional de la Energía sospecha que el mercado eléctrico mayorista, donde se compra y vende la electricidad a diario, podría estar siendo manipulado por las operadoras para adecuar los precios de la luz al negocio de las compañías.
¿Y hace falta que esta comisión sospeche? Eso podría habérselo dicho yo hace tiempo. Vivo en el mismo piso que el año pasado. Tengo los mismos electrodomésticos y los utilizo de la misma forma. Mi rutina es la misma pero mi recibo ha aumentado en un 75%. Tengo los recibos a disposición de aquellos que me lo quieran rebatir. El problema radica en que los ingresos de mi vivienda siguen siendo los mismos que los del anterior año con lo que el poder adquisitivo disminuye (del aumento de los precios del resto de los consumibles lo dejaremos para otro momento).
Si a todo esto le sumamos la crisis actual por la que el cambio a un mejor trabajo es una utopía, y como tal, irrealizable ¿qué nos queda? Respuesta a la que contestaría con un noble condimento y un líquido común, pero me abstendré.
Lo único que espero sin esperanzas (valga la redundancia) es que se tomen las debidas medidas y, aunque no creo que se nos devuelva el importe fraudulentamente impuesto, al menos nos compensen manteniendo el precio actual hasta resarcirnos por este robo a kilowatio armado.
L. J.
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