jueves, 31 de marzo de 2011

¿Tren para quién?

Doy la bienvenida a una nueva colaboradora y doy paso al correo que me envió.
El Farero.

Hoy abro el periódico y me encuentro con la siguiente noticia:
Leo el titular y empiezo a hacer la conversión de euros a pesetas: casi 20.000 millones de las antiguas pesetas. ¡Ya puede ser un tren no, un super-tren! Pero lo mejor está cuando sigo leyendo la noticia y me encuentro con un gran fiasco. El tren no es más rápido, tarda lo mismo que el que existe pero dicen que mejora la comodidad de los viajeros. El caso es que lo que piden los viajeros son trenes semi-directos y convoyes sin transbordos, el sindicato de maquinistas dice que no mejora las comunicaciones, entonces ¿dónde está la mejoría en la comodidad de los viajeros? Después de pensarlo la imaginación se me echó a volar y empecé a imaginarme un tren lleno de asientos mullidos y cojines por todos los lados, ambientadores (sobre todo para el verano) y más de una estupidez en la misma línea. Pero ahora, poniéndome seria, creo que ya se dónde está la comodidad: solo hay que hacerle un agujero a la saca de los 120 millones e ir siguiendo los euros a modo de miguitas para ver a dónde nos llevan. Seguro que nos encontramos un bolsillo que estará "muy cómodo" con los beneficios que sacará con un tren que nadie quiere porque a nadie beneficia.
Sabina Sánchez.

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